Todos los días, por desgracia, corremos el riesgo de provocar lesiones que, de una u otra manera, se convertirán en cicatrices y no siempre sabemos actuar de forma correcta y lo suficientemente rápida como para poder reparar lo más posible el daño causado. Sigue leyendo para descubrir cuál es el mejor tratamiento para las cicatrices gracias a la clorhexidina y las siliconas.
¿Qué son las cicatrices?
Pero retrocedamos: ¿qué son específicamente las cicatrices? Las cicatrices son el resultado de la curación natural de una herida. Se trata de tejido fibroso que repara las heridas y las pérdidas de sustancia de los tejidos y órganos. De hecho, el tejido cicatricial se forma cada vez que se produce una interrupción de la continuidad de la piel como resultado de un evento patológico o traumático.
Esta sustitución se debe a que nuestra piel ha sufrido un trauma (de cualquier tipo, como una quemadura, cirugía o inflamación) e inmediatamente nuestro cuerpo se pone en marcha para tratar de remediar el daño. Por lo general, el proceso de curación llevará a la cicatriz a ser inicialmente de un color rojizo (en este caso se llaman cicatrices inmaduras) y luego, con el paso del tiempo, se aclara y se vuelve de un color que tiende al blanco (se convierten en cicatrices maduras).
Existen diferentes tipos de cicatrices, catalogadas según diferentes elementos a tener en cuenta, como por ejemplo la forma en que evolucionan y se curan:
- Las cicatrices normales siguen un proceso de curación normal y tienen una forma plana, paralela a la piel.
- Cicatrices hipertróficas, caracterizadas por el color rojizo y estar en relieve respecto a la piel, tanto que se pueden sentir al tacto. Se manifiestan principalmente en lugares como los brazos, las piernas y el abdomen.
- Las cicatrices queloides, son las que más requieren una consulta médica porque pueden tener signos de hinchazón y ser muy prominentes en comparación con la piel, porque tienen un tejido fibroso que continúa expandiéndose con el tiempo. Este tipo de cicatriz se caracteriza por una fuerte sensación de picazón y a veces incluso dolor.
Cómo ocurre el proceso de reparación y cómo se forma una cicatriz
Para poder curar bien una lesión, es importante saber cuáles son todas las etapas de curación para descubrir cómo comportarse con nuestra piel para cuidarla de forma completa y adecuada. Las principales fases son cuatro:
- El primer paso es el proceso de la hemostasia y es la etapa en particular en la que se está seguro de que la hemorragia causada por la lesión se ha detenido. A partir de este momento, nuestras plaquetas se pondrán en marcha para tratar de reconstruir lo que ha sido dañado.
- La segunda etapa es la inflamatoria, en la que nuestro cuerpo intenta eliminar de forma independiente las inflamaciones inmediatamente después de sufrir el trauma y puede durar unos días. Durante este tiempo, es muy probable que el punto de la herida esté hinchado y enrojecido.
- La tercera fase, llamada fase proliferativa, se caracteriza por el proceso de formación de un tipo muy particular llamado tejido de granulación, es decir, un tipo de tejido mucho más resistente y que poco a poco irá cerrando la herida.
- Por último, pero no menos importante es la cuarta fase, caracterizada por el proceso de maduración real de la cicatriz, que la hace sólida y gruesa. La duración de esta fase depende en gran medida de la magnitud del daño que hay que reparar.
Tratamiento de cicatrices: ¿qué factores afectan el proceso de curación?
Es bueno recordar que la formación de una cicatriz depende tanto del sujeto como de otros múltiples factores: por lo tanto, no es necesario basarse solo en el tamaño y la profundidad de la herida. Algunos factores que influyen en el proceso de curación son:
- la edad: cuanto mayor sea la persona, más lenta será la cicatrización de la lesión;
- el tipo de piel: las personas con piel muy clara o muy oscura desarrollarán cicatrices mucho más visibles que otras;
- el equilibrio hormonal particular: como adolescentes o mujeres embarazadas;
- la ubicación de la herida.
Siliconas, ácido hialurónico y clorhexidina para el tratamiento de cicatrices
Por supuesto, no es posible prevenir la aparición de cicatrices, pero seguir algunos pasos simples nos permite minimizar su extensión y apariencia. La primera regla a seguir es tener cuidado de desinfectar todos los días para limitar tanto como sea posible que ocurra una infección, ya que podría dificultar aún más el proceso de curación. También es fundamental no exponer la cicatriz al sol y utilizar cremas hidratantes durante los procesos de regeneración de la piel.
Fundamental para el tratamiento de las cicatrices son las Siliconas que ayudan a la piel a producir grandes cantidades de colágeno, actuando directamente sobre la hidratación de la piel, para que la cicatriz resulte plana, suave y elástica. El uso de siliconas también está indicado para reducir los queloides y los signos de las cicatrices más antiguas.
Funcional, la presencia de ácido hialurónico con potente acción hidrorestitutiva, promueve la elasticidad de la piel, estimulando fuertemente la biosíntesis de nuevo colágeno y acelera la reconstrucción epitelial.
La acción bactericida está garantizada por la presencia de clorhexidina que desinfecta la piel, reduciendo las posibilidades de infección. Además son útiles Resveratrol y Melatonina con actividad antioxidante y antiinflamatoria que estimulan la rápida cicatrización de los tejidos y la renovación de la piel, que así recupera rápidamente un aspecto sano y homogéneo. Para el tratamiento de las cicatrices, también de quemaduras, abrasiones y cirugías, por lo tanto, es muy funcional el uso de cremas a base de siliconas y ricas en ingredientes naturales que, gracias a sus propiedades regeneradoras, permiten que la piel recupere el aspecto sano y elástico.